La silla de pensar se utiliza cuando se considera que el niño no ha tenido una conducta adecuada y ha reaccionado ante determinada situación, invitándolo a «reflexionar» en la silla por unos minutos (se sugiere un determinado tiempo, según la edad). El niño debe estar solo y regresar cuando se haya calmado.
Es preciso considerar si queremos criar a nuestros hijos/alumnos a partir de este principio o bien si queremos propiciar en ellos la posibilidad de la reflexión y la (re) solución de problemas.
Negociemos juntos que sí y que no, esto lo conseguiremos estableciendo límites claros y reales en casa, no modificándolosy siendo constantes.
Si bien hay cosas que no podemos negociar, hay muchas otras a las que podemos ofrecerles alternativas.
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